La calidad del jamón ibérico no depende únicamente de la raza y la alimentación, sino también de la crianza en libertad.
En función de la alimentación, se pueden distinguir los siguientes tipos de jamón ibérico:
Presenta la máxima calidad del jamón ibérico. Su crianza se ha desarrollado en total libertad, en arboladas dehesas. Su alimentación se ha basado en bellotas y pasto.
Crianza en libertad, al igual que el anterior. Su alimentación incorpora los piensos naturales, tales como cereales y legumbres, además de la bellota.
Criado en el campo y alimentado a base de pasto y piensos naturales.
Criado en cebadero y alimentado a base de piensos y cereales.